dimecres, 5 de juny del 2013

Así quiero ser (1940), el feixisme a l'abast dels nens



A l’Antoni Benaiges, de Mont-roig del Camp, professor de la República a Bañuelos de Bureba (Burgos), assassinat pels falangistes

Els innombrables i permanents insults de feixistes adreçats als catalans per part dels espanyols o de fatxes adreçats per catalans a catalans que volen continuar sent espanyols fa que s’utilitzi aquesta terminologia inadequadament. Aquesta banalització és irrespectuosa vers les víctimes que van patir -i pateixen encara- aquesta doctrina política i és escandalós com és utilitzada -sense cap mena de mania- pels fills biològics i els hereus ideològics del feixisme. Per tal d’aclarir conceptes, què millor que un petit manual escolar (19 x 14 cm.) editat a Burgos –terra on fou assassinat el mestre innovador Antoni Benaiges que pretenia portar els nens a veure el mar- el 1940 per la llibreria de Hijos de Santiago Rodríguez.

Sota el títol Así quiero ser (el niño del nuevo Estado) Lecturas cívicas H.S.R. va compondre un manual "pedagògic" del què era el feixisme i com calia explicar-lo als nens que es trobaven en un Estat Nou. Aquestes sigles en podríen correspondre, com insinua en un dels comentaris de l'apunt en Pacou als mateixos impressors Hijos de Santiago Rodríguez. Les hàbils il·lustracions de Fernando Marco il·lustren de manera concisa i a voltes lleugerament avantguardista aquests conceptes mínims que tot noi espanyol havia de saber per bellugar-se dintre d’un Estat Feixista. En el preàmbul ja es diu que el conocimiento de toda nueva doctrina requiere cuando menos la posesión de su terminologia, y a ella consagramos este libro.

Sense que serveixi de precedent a & Piscolabis Librorum avui no analitzarem el continent del llibre amb les circumstàncies de publicació -inmediata postguerra-, aspectes tècnics, estètics... sinó que destacarem el contingut del llibre per a que qui vulgui llegir el que destaquem pugui saber exactament quins són aquests conceptes ideològics del feixisme espanyol amb una pervivència més enllà dels quaranta anys de Dictadura franquista que encara paguem. I la llei Wert, mentrestant, no fa més que perpetuar aquest tuf feixistoide...



NUESTRA NACIÓN
Hoy la nación española es UNA: porque no admite desgarraduras geográficas ni morales que destruyan su único cuerpo y su única alma.
Es GRANDE: porque se ha impuesto al mundo por el sacrificio heroico de sus hijos, que han demostrado que la dignidad es superior a la vida.
Es LIBRE: porque se ha sacudido la servidumbre de los pueblos extraños que quisieron arrebatarle las esencias de su personalidad histórica.

LA RELIGIÓN
Si arrancásemos de nuestra Historia todo cuanto a través de los siglos hemos luchado por la Religión, el resto no sería más que un cadáver, un cuerpo sin alma.
Siendo católicos servimos a España y al gran negocio de nuestra alma, que es su salvación.

EL ESTADO
Es necesario que en toda nación haya un orden, una disciplina, unaley; uno que mande y otros que obedezcan. Entonces la nación se convierte en Estado.
El Estado español está organizado según niveles de jerarquía. A la cabeza y como Jefe hay un Caudillo, un conductor, al cual estamos todos obligados a obedecer. En un Estado moderno bien organizado, el Caudillo es siempre el ciudadano mejor, el más selecto, el superior e indiscutible.
El Caudillo sólo responde ante Dios y ante la Historia.




LA PATRIA
Hubo un tiempo en que algunas personas sentían vergüenza de confesar su Patria. Eran seres desventurados, impasibles ante las glorias que nos hicieron grandes y ante los sacrificios que nos hicieron fuertes. El ciudadano de la nueva España no sólo ha de tener el valor, sino el orgullo de confesarla.
Además de la Patria grande, que es España, está también la Patria chica, que es la comarca en que hemos nacido: debemos amarla, como amamos a nuestra casa y a nuestro pueblo, porque son partes integrantes de la gran Patria, de España, para quien debe ser nuestro más encendido amor.

EL IMPERIO
Existe Imperio cuando existe soberanía plena, absoluta, sobre el país que se rige.
El Caudillo manda, organiza, resuelve, y todos los españoles obedecen.
Es eso Potestad, Imperio. En España no puede haber disgregaciones, separatismos, privilegios de casta o clase.
Lo más opuesto al Imperio es la anarquía. En la anarquía nadie manda sobre nadie. No existe autoridad, disciplina ni obediencia; no hay ley, orden ni justicia.
En la gran Cruzada de España contra el marxismo internacional, los españoles hemos luchado por la civilización cristiana, y, al triunfar contra sus enemigos, hemos servido al destino que la Providencia señaló a la nación española.




LOS PODERES
El poder lo tiene el que puede y no el que quiere. Y sólo puede, el que tiene condiciones para mandar y autoridad para ser obedecido. (…)
Por esta razón es el Estado quien debe tener los poderes, porque él tiene la responsabilidad de los negocios públicos y del bienestar nacional.
Nosotros, los subordinados, no tenemos más misión que obedecer.
Debemos obedecer sin discutir. Quien manda sabe lo que hace y por qué lo hace. Es más difícil mandar que obedecer. El que obedece no se equivoca nunca.
Los españoles tenemos la obligación de acostumbrarnos a la santa obediencia. Nada de murmuraciones, de reserves ni discusiones. ¿Nos manda quien sabe y quien puede? ¡A cumplir fielmente lo mandado! Esta ha de ser nuestra consigna.

EL ESTADO TOTALITARIO
Si a los ciudadanos de un Estado se les consiente que cada uno piense en política como quiera y obre según piense, en lugar de un pueblo organizado tendremos un caos social. (…)
El ideal del Estado totalitario reside en que éste no tenga necesidad de imponer su autoridad por la fuerza, sino en que todos los ciudadanos estén convencidos de que entregándose a su servicio contribuyen a la unidad y armonía nacionales.
Tanto más perfecto es un Estado cuanto más identificados están los ciudadanos con el Jefe supremo y único que los conduce.
España es un Estado totalitario: un solo Jefe, un solo mando, una sola obediencia. Antes España era un caos, una anarquía. Hoy es un Estado ordenado, disciplinado y ejemplar.




LOS DEMÓFILOS Y LOS DEMÓCRATAS
Los demófilos son los amantes del pueblo.
Los demócratas son los partidarios de que sea el pueblo quien gobierne. (…)
Encomendar al pueblo, que no ha estudiado ni aprendido el difícil arte de gobernar, la responsabilidad de dirigir un Estado, es una insensatez o una maldad. quien ame de veras al pueblo no echará sobre sus espaldas esa carga con la que no puede.
No debemos ser demócratas, sino demófilos, y por eso debe gobernar la nación quien más valga,y el que más vale es el que se impone por su sabiduría y sus virtudes.

EL BUEN NACIONAL
Hay algunos hombres que se creen superiores porque dicen que son intenacionalistas. Si lo dicen de buena fe, son unos equivocados, y si lo dicen de mala fe, son unos malvados antipatriotas. (…)
No acepto la neutralidad internacional: es decir, el amar a España lo mismo que a Noruega o a la China. Hasta un pajarillo quiere su propio nido mejor que el ajeno. ¿Y yo he de ser menos? No, no. Primero España; después, España, y siempre España.



EL INDIVIDUO
Si yo para mí mismo soy todo, para el Estado español no soy más que su servidor.
España no puede girar alrededor de mi; soy yo quien debe moverse para honrar y dignificar a España con mi persona.
Esto quiere decir que mi voluntad y mis actos deben enderezarse al bien común, pues solamente de ese modo serán útiles para mí y para los demás.

LA LIBERTAD
Los que creen que el hombre es libre para hacer lo que se le antoje, confunden la libertad con el desenfreno. Pues si uno cualquiera quita con su libertad la de los demás, no cree en la libertad ajena, sino en la suya propia, o se que no cree más que en la que le conviene. Eso no es ser libre; eso es ser déspota.
Pero un ciudadano no es libre si no lo es la nación a que pertenece. Por eso gritamos con un clamor que sale del corazón: ¡España libre!
Toda la libertad para España, para que ella sola sea dueña de sus destinos. Siendo ella libre, lo seremos todos los españoles. esa libertad nacional es independencia, soberanía, potencia y grandeza. Queremos a España igual a las mayores potencias del mundo, porque su historia lo reclama y el esfuerzo y sacrificio de sus hijos lo exige.




LA IGUALDAD
Físicamente nadie es igual a otro: no hay dos caras iguales. Espiritualmente tampoco es nadie igual a otro: cada uno tiene su carácter, su genio y temperamento. (…)
Desde el punto de vista social ocurre cosa semejante: el más competente manda; el que es llamado a obedecer, obedece. (…)
Y en fin, el vago no puede ser igual que el trabajador; ni el honrado que el sinvergüenza; ni el patriota que el antipatriota; ni el inocente que el malvado.
Una sociedad que considerase a todos los hombres iguales, no sería una sociedad, sino un rebaño.

LA REVOLUCIÓN
Cuando una cosa está mal hecha no hay más remedio que hacerla de nuevo. Cuando una nación va al despeñadero, no hay otro recurso para salvarla que salir a mitad del camino y evitarlo.
Cuando un Estado mal gobernado llega a la descomposición, es preciso rehacerlo, revolucionarlo. La revolución constructiva consiste en convertir el desorden en orden, la injusticia en justicia y la arbitrariedad en derecho.




LA DISCIPLINA
Para que haya orden en la sociedad se necesita uno que mande, otros que obedezcan y una relación entre el que manda y los que obedecen: a esa relación se le llama disciplina. Pues no basta que haya un jefe y unos subordinados si aquél no sabe mandar y éstos no quieren obedecer. (…)
En la España de hoy no hay que discutir: hay que obedecer. (…)
Para que España sea grande y próspera, hemos de procurar todos los españoles someternos gustosamente, alegremente, a los mandatos de nuestros superiores y jefes. Ellos no piden nada para su propia conveniencia: cuando piden disciplina, orden y paz, lo hacen en beneficio y servicio de la nación.

EL FLOKLORE
España tiene un tesoro folklórico magnífico. Recorremos aldeas y lugares y sus habitantes, sencillos y buenos, nos recitan romances encantadores, entonan canciones populares que son un prodigio de lozanía y fragancia, cuentan cuentos y leyendas de maravilla, pronuncian sentencias y refranes que nos dejan sorprendidos y conservan costumbres de gran religiosidad y bello simbolismo.




LA CULTURA
Cultura no es sólo saber mucho. Hay por el mundo personas muy sabias, pero incultas, deshumanizadas, sin sentimientos, ni Religión, ni moral ni amor a sus semejantes. (…)
Por eso el Estado español quiere que la enseñanza y la educación que se den en las Escuelas y otros Centros docentes estén impregnadas de religiosidad, moral cristiana, amor, patriotismo: de todas las cualidades que definen en fin de cuentas al hombre culto.

LA FAMILIA
La familia cristiana es uno de los grandes tesoros españoles. Una nación se sostiene firme cuando la familia se mantiene fuerte y unida. Una nación se desmoraliza y descompone cuando la familia se desvincula y rompe sus lazos amorosos.




FAMILIAS NUMEROSAS
La Patria necesita hijos, no sólo para la guerra, sino para la paz, es ecir, para el trabajho, la producción y la prosperidad nacional.
Nación donde muere más gente que la que nace, está condenada a desaparecer. España tiene cabida y riqueza para muchos hijos: España es la nación de más porvenir de España.

LA ESCUELA
La Escuela es como una sociedad en pequeño: el Maestro tiene en ella la superior jerarquía: luego hay oros niños muy formales y aplicados a los cuales suele confiar cargos de responsabilidad: después están los demás, que tiene la obligación de obedecerlos. Como toda sociedad, la Escuela se mantiene por el orden, la disciplina y el trabajo.

LAS ORGANIZACIONS JUVENILES
Todos los muchachos españoles deben estar incorporados a estas organizaciones; en ellas se enseña a amar el Cuartel, a respetar a los superiores, a despreciar la vida en aras de los supremos ideales de la Patria y a tener confianza en si mismo frente a la adversidad. Quien no aprenda a obedecer, nunca sabrá mandar.

LA NACIÓN
En España se profesa la Religión católica desde el año 40 de la Era cristiana en que la predicó Santiago el mayor, y se habla el idioma castellano, con el que el genio de Cervantes escribió esa joya única que se titula El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Los españoles pertenecemos a la raza latina.




LA HISPANIDAD
Nuestro imperio espiritual es la Hispanidad. Allí donde las gentes hablen en castellano y tengan nuestra estirpe latina, y nuestras creencias y nuestras costumbres, allí está lo hispánico, sea en donde sea, entre negros, aceitunados o cobrizos. Allí está el genio de España, dando vida a pueblos, regiones y continentes. Esos pueblos se emanciparon, como se emancipan los hijos cuando llegan a la mayoría de edad, pero no olvidan a España, su Madre.

LA LUCHA DE CLASES
Hace algunos años, unos hombres que se decían defensores y redentores de los obreros, les hicieron creer a éstos que sus enemigos eran los que les daban trabajo, es decir, los empresarios y los patronos. Algunos obreros, sencillos y crédulos, prestaron oído a esas falsas predicciones y se organizaron para luchar contra los que aportaban el capital a los negocios (…)
Cualquiera comprende que con la lucha permanente de unos hombres contra otros no se conseguiría sino retroceder la barbarie. Los obreros luchaban contra los patronos; los patronos tenían que defenderse contra los obreros. Cuando los obreros se consideraban fuertes, apelaban a la huelga, o sea al abandono voluntario del trabajo. Y cuando los fuertes eran los patronos, apelaban al cierre de las fábricas y talleres.
Hoy el Estado español prohíbe las dos cosas: el cierre y la huelga, y ordena imperativamente: ¡A trabajar todo el mundo!




CORPORACIONES
Cuando surge algún conflicto, en vez de ir los obreros a la huelga o los patronos al cierre, se plantea la dificultad en el seno de la corporación. En ésta se estudia, unos y otros dan su parecer, y cuando se ha llegado a una solución satisfactoria para todos, se levanta acta, toma nota el representante del Estado, y todo el mundo, patronos y obreros, tienen obligación de cumplir el acuerdo recaído. Si no se llegase a esa solución, resuelve el representante del Estado, y obliga del mismo modo.

SINDICATOS VERTICALES
Hace años, los sindicatos eran o bien de empresarios o bien de obreros, y no procuraban ni mucho menos el bienestar general, sino defenderse los unos contra los otros.
Ahora los sindicatos son instrumentos del Estado, y mediante ellos organiza la producción de materias, la distribución y el consumo.
¿Qué quiere decir sindicato vertical? Que agrupa de una vez y de arriba abajo a todos los factores de la producción, convieriéndolos en productores.
No hay, pues, un sindicato de patronos o empresarios, otro de técnicos y otro de obreros, sino que las tres categorías forman un sindicato al servicio del Estado y para el bien común. Si surgen conflictos se resuelven en el sindicato ante una representación del Estado.


Aquest apunt forma part d’una sèrie dedicada a la Segona República de les temporades 2010-2012 en commemoració del 80è aniversari de la seva  proclamació